El tsunami de la depresión recurrente, un cúmulo de sensaciones que invade el espacio sin control y sin permiso.
En La Tierra existen zonas más proclives que otras a sufrir fenómenos adversos derivados de movimientos tectónicos, que por su situación geográfica aparecen desde el fondo del subsuelo, sin poder controlar ese estigma. Una causa efecto que los lleva a diseñar un plan de control para conservar el bienestar de los individuos.
Sin embargo, el tsunami de la depresión recurrente, siempre que tengas en cuenta una serie de puntos a controlar, no debería ahogarte en penas que reiteran una negatividad y pérdida de fortaleza. Es obligatorio preservar el espíritu de lucha para vivir mejor.
La depresión recurrente se puede controlar
Sí, se puede controlar si estás dispuesto en tus momentos altos a llevar a cabo un plan de mantenimiento del concepto “no voy a sufrir”, con la intención de no perder el hilo conductor. Lo primero que se debe aprender es a saber que dicha depresión, con todo lo que conlleva, está ahí, dormida, esperando su momento para entrar en el umbral del cerebro con todo su séquito de sentimientos negativos, desde los latigazos despectivos hacia tu persona, pasando por la peor de las tristezas y desembocando en el vacío más absoluto. Sólo de pensarlo resulta agotador, ¡qué faena! Por lo tanto, igual que cada mañana te debes levantar para poder seguir un proceso de vida, también debes levantarte para que ese camino sea mucho más productivo para tus pensamientos. Por tanto, plantéate tener una lista de quehaceres que no dejen de estimular las hormonas del placer, y, sobre todo, ayúdate siempre del empujón de una buena medicación prescrita por un profesional de la psiquiatría que aportará la estabilidad necesaria para llevar a cabo tus retos y enriquecedoras metas diarias.
Es necesario recordar que la depresión recurrente tiene una causa genética y con el tratamiento evitarás recaídas y una vez que te encuentres mejor se te prescribirá un tratamiento de mantenimiento, por parte de tu psiquiatra, para que puedas hacerle frente a tu vida.
La importancia de la toma de medidas para mantener el equilibrio emocional
El equilibrio emocional debe estar fijado al conocimiento de las emociones positivas, para poder estar por delante del ruido de tu voz interna. Sí, la mochila de las emociones positivas, esa que nunca pesa, ni produce pereza si estás preparado para vivir en consonancia con tus deseos, y que además reta cada día a las emociones básicas perjudiciales, aquellas que te saturan sin grandes motivaciones aparentes: el miedo, la ira, la tristeza, la aversión, la ansiedad, la envidia, el aburrimiento, el dolor convertido en sufrimiento…. Y es que, las emociones positivas tienen un potencial adaptativo innato que si es activado de manera racional y adecuada, puede ayudarte a cambiar estados emocionales problemáticos o experiencias personales no deseadas. Es como dejarse llevar pero en este caso de lo mejor que te muestra la vida.
Aplicar las emociones positivas en el día a día
Primero hacemos una relación de cuáles son las emociones positivas. Nombramos algunas de las cuales tocan nuestra piel y piden permiso para adherirse a ella.:
- Alegría
- La satisfacción
- El interés
- La compasión
- El deseo sexual
- El disfrute
- El asombro
- La calma
¡Qué sensaciones más agradables implican cada una de ellas! Esto sí que es un subidón para dejarse arrastrar con los pies en la tierra. Y para lograrlo lo indicado sería que seamos receptivos a todo lo que sucede a nuestro alrededor con el apoyo de los que se encuentran a nuestro lado, padres, pareja, hijos, amigos, y ver cómo va tomando forma todo lo positivo cuando lo queremos interiorizar, siempre con patrones de conducta que los atraiga. Todas estas emociones positivas están ahí, día a día, solamente hay que ponerse las gafas graduadas: montura medicinal (medicación prescrita por tu médico de salud mental y sin dejarla aunque te encuentres fantástico, es una ayuda necesaria) y lentes perceptivas (saber distinguir dichas emociones e interiorizar).
Recuerda que cada paso que das con amor hacia ti, puede prolongar tu felicidad. Todo se aprende en una vida en la que no estamos solos.