¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos mentales?
De pronto parece que todo encaja, comienzas a recordar aquellos episodios de injusticia por parte de tus compañeros de colegio, día tras día, o el miedo que le tenías a tus padres por las palizas que te propinaban por no hacer las cosas según sus criterios, o el abuso verbal de palabras malsonantes y humillantes (de unos y otros) y a las cuales te acostumbraste sin darte cuenta o la sobre protección que ejercían: “¡cuidado no hagas esto…, llámame!, etc”. Y para más inri recuerdas que tu madre se pasaba el día llorando con cara de amargada, sin ella misma poder explicar qué le ocurría. Digamos que estos son algunos de los ejemplos que podemos nombrar.
Y ahora, muchos años después, te ves envuelto en esa nebulosa de sentimientos encontrados, donde parece que ya nada tiene sentido, donde el pasado se ha adueñado de tu estado mental. Te quedas en estado de SHOCK y después comienza la detonación de agravantes que conducen a un trastorno mental que ha sido provocado por la mezcla de factores genéticos (la herencia materna, según el ejemplo) y factores ambientales (todo ese cúmulo de humillaciones a las que fuiste sometido reiteradamente). A esta combinación se le llama “herencia multifactorial”.
Debemos ser conscientes de que los factores ambientales no causan por sí mismos trastornos mentales, siempre estarán “acompañados” de los factores genéticos y aunque existan los dos agravantes, no siempre se va a provocar un trastorno mental ya que depende de cómo el individuo reaccione ante los distintos estímulos vitales, se trata de una regulación epigenética. La carga genética se puede trasmitir a las generaciones futuras en ciertos porcentajes, pudiendo surgir diferentes patologías como la psicosis, trastorno bipolar, episodios depresivos, esquizofrenia. Los factores ambientales o emocionales con una carga de inseguridad importante y los trastornos más habituales de ansiedad.
Ante la duda o la posibilidad de saber que se encuentra al borde de un abismo lo mejor es consultar con un especialista de la salud mental, en estos casos acuda al psiquiatra.
Si crees que puedes estar experimentando algún tipo de trastorno mental, es importante buscar ayuda profesional. Aquí te comentamos algunos pasos que puedes seguir:
Consulta a un profesional de la salud mental:
Un psiquiatra, o terapeuta puede evaluar tu situación y proporcionar el tratamiento adecuado. Puedes empezar consultando a tu médico de cabecera, quien podría referirte a un especialista.
Comunica tus sentimientos:
Habla con amigos cercanos o familiares sobre lo que estás experimentando. El apoyo social puede ser crucial en el proceso de recuperación.
Busca recursos en línea:
Hay numerosos recursos en línea que pueden proporcionar información y apoyo. Sin embargo, ten en cuenta que estos recursos no deben reemplazar la atención profesional.
Adhiérete al tratamiento:
Si un profesional de la salud mental te prescribe medicamentos o te recomienda terapia, es importante seguir el plan de tratamiento. La consistencia es clave para la mejora.
Cuida de tu bienestar general:
Practica hábitos saludables, como una buena alimentación, ejercicio regular y sueño adecuado. Estos pueden tener un impacto positivo en tu salud mental.
Participa en grupos de apoyo:
Unirte a grupos de apoyo puede brindarte la oportunidad de compartir experiencias con otras personas que están pasando por situaciones similares.
Aprende sobre tu trastorno:
Educarte sobre el trastorno mental que estás experimentando puede ayudarte a comprender mejor tus síntomas y a trabajar de manera más efectiva con tu equipo de atención médica.
No dudes en pedir ayuda de emergencia:
Si te sientes en peligro o estás pensando en hacerte daño, busca ayuda de inmediato llamando a servicios de emergencia o acudiendo a la sala de urgencias de un hospital.
Recuerda que cada persona es única, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. La clave es buscar ayuda profesional y construir un plan de tratamiento personalizado que se adapte a tus necesidades. La salud mental es tan importante como la salud física, y buscar ayuda es un paso valiente y necesario hacia el bienestar.
