Voces que conversan entre ellas, son la clave para detectar el trastorno esquizoafectivo
El enfermo esquizoafectivo no se siente nunca sólo, las voces que se manifiestan en su cabeza y que conversan entre ellas, le muestran una realidad distorsionada, acompañada de delirios, alucinaciones, y con depresión mayor (aunque el paciente no está exento de manifestar subidas exageradas de ánimo, con tendencia a la bipolaridad).
La vida “normal”, como la entendemos todos, resulta ser una desventaja para un enfermo esquizoafectivo, pues las normas de conducta y convivencia son jaulas para la actividad fulgurante de su cerebro, lo que le alejará de la sociedad en todos sus ámbitos de actuación (estudios, trabajo, relaciones personales) si no se acude a un especialista psiquiátrico que determine exactamente el estado del paciente y sus actitudes cíclicas. El especialista podrá determinar el tratamiento adecuado para controlar los síntomas y “normalizar” la vida del paciente. El seguimiento y apoyo serán necesarios para su estabilidad.
Síntomas cíclicos del enfermo esquizoafectivo
No hay una edad que determine el comienzo de los síntomas aunque son más frecuentes en individuos adultos y entre la población femenina. Los síntomas más evidentes son:
- Los delirios. El paciente tiene creencias consolidadas que no se corresponden con su realidad o entorno. Pierde el contacto con la realidad.
Alucinaciones. Escucha voces que dialogan o discuten entre ellas. También cree ver cosas que no existen. - Depresión mayor. La tristeza en su máxima expresión así como el sentirse inservible, vacío y con disposición al suicidio o en sentido opuesto con subidas de ánimo extremo y repentino (bipolaridad). Suele manifestar esta tendencia de manera cíclica.
- Al paciente le cuesta comunicarse con efectividad. Su comunicación puede estar carente de sentido (puede hablar muy rápido e impide ser interrumpido) y adoptar una personalidad que no corresponde con su ser, lo que le llevará hacia un aislamiento social.
- Deficiencias en su higiene personal. Despreocupación por su aspecto físico. Falta de apetito. No duerme.
Causas del trastorno esquizoafectivo
La suma de una serie de factores pueden ser los detonantes para que se muestre el trastorno esquizoafectivo. Entre ellos y en un alto índice por la carga genética, y cambios en la estructura del cerebro (neurotransmisores), que pueden agravarse si el individuo pasa por situaciones estresantes.
Toma de decisiones si tiene un familiar con síntomas esquizoafectivos
Es muy importante recordar que los profesionales de salud mental son los especialistas que determinarán el grado de afección de la enfermedad. Ante cualquiera de los síntomas antes descritos es imprescindible que el enfermo acuda acompañado al psiquiatra para valorar su estabilidad y establecer el tratamiento más adecuado.