El síndrome de desgaste por empatía provoca agotamiento físico y emocional.
La solidaridad con los otros seres llevada al límite de la propia existencia, así se manifiesta uno de los mayores sufrimientos que conlleva una emoción desestabilizadora que puede sentir el ser humano y que desemboca en depresión recurrente. Este síndrome de fatiga por compasión afecta a cualquier persona que sienta una especial empatía por los demás o por los animales hasta tal punto que esa increíble sensibilidad puede romper con facilidad su estabilidad emocional y física.
Este tipo de Síndrome se muestra en aquellos profesionales sanitarios que viven al límite el sufrimiento ajeno, también está sucediendo con personas que empatizan con el sufrimiento animal y lo sienten como propio y se culpabilizan por vivir en una sociedad con poco sentido del respeto. En la comunidad vegana podemos encontrar “líderes” rescatistas que quedan marcados por el sufrimiento animal hasta el punto de perder la salud por no conseguir controlar la intensidad de sus emociones. A esto hay que añadir la incomprensión del resto de la sociedad, lo que provoca un rechazo que puede derivar en depresión y trastornos obsesivos.
Todo puede ser un sufrimiento si no se encuentra el punto intermedio
En Psiquiatras Las Palmas ayudamos a canalizar este torrente de emociones que provocan alteraciones en la salud mental y, por lo tanto, en la salud física. Gestionar las emociones es altamente necesario para que la implicación en situaciones límites puedan ser gestionadas con la correcta dosificación. Este desgaste emocional deriva en obsesión.
Los síntomas del desgaste por empatía
Los síntomas del desgaste por empatía incluyen sentimientos de culpa, irritabilidad, pérdida del sentido del disfrute, pérdida del sueño, estrés crónico, desesperación, tristeza continua a cada paso que da la persona, sentirse incomprendida, llanto continuo, tensión crónica, etc. Hasta cierto punto sentir rabia y querer cambiar un mundo titánico puede ser comprensible, pero cuando se prolonga en el tiempo los síntomas nombrados, entonces podemos decir que es necesario la implicación de un profesional de la salud mental para que pueda ayudar a salir de este bucle de amargura.
La ansiedad desafía a la emoción
La ansiedad, la depresión, o el trastorno obsesivo compulsivo, son las consecuencias de una mala gestión emocional. Los profesionales psiquiátricos entendemos que vivimos en un mundo que no es perfecto, y que el humano puede ser el causante de miles de situaciones desagradables pero no tener la llave correcta de la implicación puede enfermar gravemente a cualquier profesional.
Consecuencias y detonantes
Sufrimiento físico como dolores de estómago, dolor de cabeza, falta de apetito, aislamiento, tristeza, irritabilidad, inestabilidad, llanto fácil…, son algunas de las consecuencias que provoca esta alta empatía. La fuerza de voluntad por mejorar la situación de los otros se ve mermada por esta mochila cargada de incomprensión y sufrimiento y que se instala en el corazón del afectado.
Empatía sí, pero dosificada
Gestionar situaciones al límite implica una fuerza mental casi innata. Tiene que existir un equilibrio entre sentimientos y acciones. Saber observar desde la barrera e implicarse cuando el momento sea preciso es tarea de ensayo y error pero si se desequilibra la balanza entonces se requiere la ayuda de un psiquiatra que estabilice el tiempo que sea necesario estos sinsabores para que la necesidad de dar afecto y cariño estén bajo un parámetro normal.
En Psiquiatras las Palmas ponemos nuestros conocimientos al alcance de todos aquellos que necesitan un apoyo para que el sufrimiento mundial no traspase la salud mental de estas grandes personas.
Ayudar no tiene por qué convertirse en una inestabilidad emotiva.