El estrés acelera las reacciones en pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo.
El confinamiento al que han sido sometidos, entre otros colectivos, los pacientes con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) se ha convertido en el mayor empuje para llevar al límite a estos enfermos. Cuando el estrés hace acto de presencia en una situación traumática, los TOC sacan toda su artillería magnificando todo lo que representaba su cotidiana rutina. Palabras como desesperanza, incertidumbre o hecatombe, envuelven al paciente en un estado de inestabilidad estresante. Y es que para los que padecen este trastorno, vivir situaciones extraordinarias supone elevar el nivel de control de sus rituales lo que conlleva a un agotamiento tanto emocional como físico. Las compulsiones repetitivas aumentan y su «vida cotidiana» se puede convertir en un calvario, y tanto enfermo como familiares se verán implicados en este círculo vicioso cada día. Por ello es necesario y urgente acudir al profesional de psiquiatra Las Palmas para frenar y controlar, mediante farmacología, los estigmas obsesivos del afectado.
Temas como la higiene, el distanciamiento social, el control de las normas y un sin fin de detalles, aumentan el nivel de estrés y muchos de estos pacientes optarán por un confinamiento elegido para tratar de evitar el roce social. Aislarse sería, definitivamente la mayor de las derrotas ante un trastorno que no deja fluir pensamientos positivos.
Es importante puntualizar y de manera generalizada, que todas las situaciones extraordinarias pueden llevar a cualquier ciudadano, y bajo sus particulares circunstancias, a mostrar episodios evidentes de ansiedad, estrés, depresión, fobias sociales, toc, etc. Un sinfín de estados que deben tenerse en cuenta en cuanto afloren signos evidentes de irregularidades mentales.

En psiquiatras Las Palmas, con la doctora Elena Castro, tras una primera entrevista y a través de la valoración adecuada, es posible generar conclusiones diagnósticas que contemplen la solución del problema que aqueja al paciente y las medidas oportunas a tomar para que en un tiempo relativamente reducido éste comience a notar cambios positivos en su conducta. El seguimiento por parte de la doctora deberá ser riguroso para mantener a raya el trastorno para que la adaptación a la nueva normalidad sea un éxito.