Duelo emocional. Superar las pérdidas emocionales en la vida
Aprender a encauzar una situación extrema como la pérdida del trabajo, la pareja o de alguna otra situación importante, resulta enormemente insatisfactorio y demoledor. La sensación de que aquellos cimientos que pensábamos que perdurarían siempre se han movilizado, desestabiliza totalmente la vida cotidiana, convirtiendo lo que supuestamente era ideal en una pesadilla constante.
Hay muchas personas que ante una pérdida de trabajo o de la pareja, aceptan esa emoción y buscan soluciones para volver a proseguir con sus vidas. En cambio hay otros individuos que se empeñan en caer en un estado de angustia que se va magnificando con los días, sienten que no pueden ver más allá de su propio estado y se autodestruyen con los pensamientos negativos. En tal caso, al transcurrir el tiempo la probabilidad de presentar cuadros de ansiedad y depresión es más que evidente. Si se comienza a caer en un pozo sin fondo es necesario acudir a un especialista de salud mental, un psiquiatra que ayude al paciente a comprender el mecanismo de defensa de la mente y a encontrar soluciones definitivas para estos duelos.
El ser humano siempre ha preferido, por lo general, permanecer en su zona de confort aunque las condiciones no sean del todo óptimas en cualquier área de su vida. Las personas que con mayor frecuencia aguantan cualquier situación adversa y no quieren cambiar, suelen presentar un cuadro de miedos e inseguridades adquiridos en la infancia que no le ayudan a avanzar hacia la transformación que estabilizará sus vidas. Pero si dicho cambio lo produce un factor externo, la posibilidad de “perder los papeles” es más que probable y ese desasosiego se puede transformar en ansiedad o en depresión, por no saber encarar la nueva situación. La sensación de estar entre dos muros se intensifica y ese malestar perdura hasta no encontrar la salida con la ayuda necesaria. Es importantísimo, como decíamos, la labor del psiquiatra para ayudar a normalizar aquellas situaciones que delaten una falta de control personal.