¿ Como reconocer la depresión y la ansiedad en los mayores?
Por lo general no se puede predecir cuando la depresión se va a convertir en el compañero de vida de la inmensa mayoría de los mayores.
Los vemos deambular en silencio creyendo que es parte de su sistema de vida y no nos percatamos de que están librando una batalla en sus entrañas llamada de presión. Pero si estamos atentos a determinadas señales podremos ayudarlos a comprender su situación ya que les cuesta mucho trabajo reconocer su realidad y, de esta forma, conseguiremos la ayuda que necesitan para poder salir de ese bucle rutinario y doloroso.
La depresión en el anciano
En esta sociedad, de carreras y éxitos ensoñadores en la que la lucha por la inmortalidad y la huída del envejecimiento se ha convertido en una carrera de fondo, no nos percatamos de la presión tan alta a la que están siendo sometidos muchos de nuestros mayores. La depresión entonces comienza a llamar a la puerta de sus esperanzas de vida y convierte en un infierno lo que tendría que ser una normalidad bien entendida por todos, pues la vejez es un proceso natural que tendría que ser interiorizado y respetado en esta sociedad occidental. La negación recurrente de dicho proceso provoca alteraciones psicosomáticas que como mínimo provoca ansiedad y depresión constante, entre otros trastornos. Debemos entonces comprender la situación de la persona afectada y ayudarla. Sugerir la visita al especialista de salud mental puede ser la puerta de salida de una monótona y desesperante situación que va acabando cada día con las ilusiones. Familiares y amigos deben observar los cambios de conducta de los mayores, esto implica una atención seria y responsable ya que la calidad de vida de la persona afectada puede deteriorarse a pasos agigantados.
¿Cómo tratar a una persona mayor con depresión?
Reconocer y normalizar cada cambio fisiológico e interiorizarlo debería ser suficiente, pero desgraciadamente todo se torna de color oscuro cuando el tiempo corre y la presión aplasta las ilusiones creadas.
El envejecimiento, los recuerdos de un pasado lejano, la falta de memoria, el dolor físico, la soledad, la ralentización de la productividad o el desequilibrio entre lo que se desea hacer y lo que se puede hacer son por lo general detonantes de una ansiedad mal comprendida. Debemos observar y actuar con amor, preocuparnos y ocuparnos ya que todo está en nuestra actitud y tenemos que reaccionar a tiempo para cuidar de la salud de los mayores ya que muchos se encuentran sumergidos en una soledad no elegida.
¿Cuáles son las consecuencias de no atender a tiempo una depresión?
Recuerda que una visita al psiquiatra puede descubrir todo un entramado de sentimientos de rechazo y silencios. La felicidad puede volver a anidar en el corazón de los nuestros.
Lo que haces con corazón por otros puede ser el pasaje de un futuro incuestionable y fecundo para toda la sociedad. Somos seres que necesitamos el calor humano, y cuidarnos mutuamente debe ser la vacuna de esta sociedad que está descompensada entre su avanzada tecnología y su empatía emocional. Todos debemos ser reconocidos en la creación de este sistema de convivencia.